jueves, 4 de enero de 2007

Visión de una muerte

Mis visiones son cosa normal en mí desde que era pequeña. Todos en el colegio me miraban de reojo cuando pasaba por los pasillos porque todos sabían que yo no era como las demás. Un día estando en clase, recuerdo que ví una sombra en el rostro de mi profesor de lengua. Al acabar la clase dudé en contarle lo que había visto en él, pero sin más dilación me aventuré a explicarle lo que sentía y lo que veía. Mi profesor me tomó por una loca y me dijo que querría hacer una tutoría al día siguiente con mis padres. Ellos ya sabían que yo no mentía porque con esas cosas no se juegan, por lo que me creyeron y decidieron ir a la tutoría con el mal aventurado profesor.

Era un nuevo día y yo ya no me acordaba de la terrible sensación que noté al ver la sombra en el rostro del profesor de lengua, pero supe que algo iba mal cuando vi las caras de mis padres. Lejos de reñirme por lo que le dije al profesor, me abrazaron y se pusieron a llorar: el profesor de lengua había tenido un accidente y había muerto.

Hasta aquí puedo contar.

2 comentarios:

BullHorse dijo...

Gracias por tu visita en mi casa. Me encantará conocerte. Leía tu historia y pensaba en la sensación de sentirse distinta. Y es cosa de uno mismo no más... para los demás es extraño, lo que uno hace que sea extraño. Por ende, tus habilidades son eso, talentos que mostrar y compartir, me alegra mucho.
Feliz 2007.

Anónimo dijo...

Escalofriante querid mía.
A veces los dones son tristes. Sobre todo cuando en la infancia nos impresionan tanto...

Un saludo